viernes, 24 de febrero de 2012

Cultos Africanos y afroamericanos. Conceptos Básicos.




Esta entrada surge por un debate en un grupo de Facebook, y me he comprometido a aportar conocimiento acerca de los cultos africanos, terrenos en los que muchos paganos se ven perdidos pero que igualmente desean comprender.
La mayoría de las personas hablan de Candomblé y Umbanda, pero debemos saber que existen un centenar de cultos africanos que han sido traídos a América, dentro de los cuales encontramos sí, el Candomblé, la Nación de Orixás, Palo Monte –no practicado en mi país-, entre otros. Yo voy a hablar de los que conozco y con los que tengo relación, o he tenido por familia o amigos practicantes de estas religiones. Centraremos nuestra atención en Batuke o Nación de Orixás, Candomblé, Umbanda y Kimbanda, y con eso tenemos bastante.
Las religiones africanas que normalmente se conocen surgen en las naciones negras de Dahomey, Congo, Ketu, Angola, Ijexá, Abeokutá, Iquiti y Oyó, además de los grupos Fons o Jêjes, considerados los “extranjeros”, grupos pequeños que no eran de ninguna nación en particular.
El origen religioso del africanismo es el “CAMDOMBLÉ”, madre de  todas las creencias africanas cuya liturgia es la adoración de las distintas manifestaciones de la naturaleza en sus más variadas formas y representaciones que el hombre pueda comprobar. Estas representaciones de la naturaleza son LOS ORIXÁS, fuerzas superiores que encierran los diferentes reinos de la naturaleza, como por ejemplo: el mar, las montañas, los ríos, la flora, la fauna, los vientos, etc. Entonces se comprende que los orixás son divinidades intermediarias entre el Dios Supremo y el mundo terrestre, encargados de administrar la creación, y que se comunican con los hombres a través de vistosos y complejos rituales.
Con este criterio religioso, el hombre adopta para si una filosofía de vida que se contacta directamente con la naturaleza en todas sus manifestaciones.
Los orixás participan en el mundo y en el consiente del  hombre, como grupo. Estos semi-dioses del pueblo Yoruba son numerosos, y aun a pesar de todos sus nombres y maneras africanas nos pueden sonar familiares, como versiones amplificadas de caracteres de nuestras amistades, como fuerzas o elementos de la naturaleza, como lo hemos experimentado en varias oportunidades. Los Orixás nos pueden hacer recordar de nosotros mismos en particular, de nuestras emociones o de un estado extremo. Estos Orixás tienen mucho para decirnos sobre la personalidad humana. Es como un espejo que nos vimos a nosotros mismos, con todas nuestras potencialidades en virtudes, pero también con nuestros defectos.
La palabra Orixá proviene de los vocablos yorubas “Ori”, es decir, Cabeza, y “Xá”, Guardián, porque se creía que cada persona era gobernada por un Orixá que residía en el centro de su cabeza. En mi caso, me protege Oxum, Reina de los Ríos. El Orixá o “Santo” protector se conoce mediante el diloggun, u oráculo de los caracoles/cauries/buzios, consistente en ocho piezas de estos caracoles que se arrojan dentro de un círculo hecho con un collar que representa todos los Orixás. Hay más de 1000 Orixás, pero generalmente se adoran 12 o 16, dependiendo de la rama de la que se esté hablando.
La fuerza que ordena a los Orixás es el Único Dios, que recibe diversos nombres dependiendo de la Nación de la que se esté hablando, Olofi, Olofin, Oloddumaré, Olorum, Zambi, etc. Los Orixás no son Dioses, no poseen esa categoría, sino que están entre los espíritus de la naturaleza y Dios, por eso muchas veces se los asocia con el Ángel de la Guarda, seres puros, lumínicos, pero no Dioses, que nos protegen y nos bendicen. Aunque obviamente, por sus características tribales, el comportamiento de un Orixá es muy distinto que el de un ángel.
Ahora bien, se habla de Orixás, pero este vocablo es de origen yoruba, mientras que los bantúes le dicen Nkisis y los los fons le llaman Voduns. El sincretismo juega un rol muy importante en este punto. Cuando los negros fueron traídos a América, trajeron consigo su culto, pero como las religiones africanas estaban prohibidas, los negros oyeron las historias de los santos católicos y comenzaron a vincular a los Orixás con esos santos, para poder seguir adorándolos bajo formas cristianas. Así, para algunos Santa Bárbara es Xangó u Oyá, dependiendo de la Nación. Pero en realidad Santa Bárbara no ES Xangó, Bárbara es un espíritu, una fallecida, y Xangó es una fuerza natural. Hay movimientos africanistas que desean terminar con el sincretismo porque ya no hay que ocultarse de nadie, pero está tan arraigado en América, y repito insistentemente, en América, que es difícil desvincular los Orixás de los Santos.
Ahora bien, tenemos que el Candomblé es una especie de religión madre, que adora a las fuerzas de la naturaleza, que se pueden manifestar en el cuerpo de los fieles mediante el trance. Sacrifican animales y tienen marcado todo animista. Pero del Candomblé se desprenden muchísimas religiones más, como lo es el llamado Batuque, o Batuke, o Nación de Orixás.
El nombre Batuke proviene del ritual fundamental de adoración a los Orixás, que era una danza anti horaria en la que los Orixás poseían a sus iniciados y bailaban toda la noche, comían, daban pruebas de su presencia, y se retiraban al Orún, El Cielo.
El Batuke trae del Candomblé muchos conceptos, vestimentas, leyendas y demás, pero en cuanto a rituales, es muy diferente. Es altamente ceremonial, teniendo un proceso específico para cada cosa y no dando espacio a la invención. Los sacerdotes son llamados Mae de Santo y Pai de Santo, en portugués, o Iyalorixá para la mujer y Babalorixá para el hombre, en dialecto yoruba.
El culto se organiza en templos, normalmente llamados Ilê (creo que es circunflejo el acento), o Casas de Santo, donde hay una sola jefatura y una gran cantidad de iniciados que deben pasar por lo menos siete años estudiando, aprendiendo, recibiendo y haciendo sacrificios, etc., para transformarse en Jefes.
Se cree que los Orixás pueden habitar en rocas llamas otás, que reciben tratamientos rituales y que reciben sangre encima, para vitalizarlas y honrar al espíritu que vive dentro. Estas rocas, junto a todas las herramientas del Orixá, viven en el Pegé, o Cuarto de Santo, donde habitan todas las rocas sagradas. Cuando se realizan las llamadas obligaciones, rituales donde se hacen sacrificios sobre las rocas y sobre la cabeza del iniciado, el practicante debe pasar varios días en abstinencia de todo tipo, acostado en el suelo sin poder sentarse en la silla y sin usar cuchillo. Luego, como finalización de esos sacrificios, se realiza el Xiré, o mal llamado Batuke, donde los Orixás caen desde el cielo a la tierra para festejar. Un hecho curioso es que el Orixá, en algunas ramas, habla, y en otras no. Hay diferencias rituales también, entre América, donde caen, por ejemplo, más de un mismo Orixá, por ejemplo, se ven más de una Oxum, y África, donde desciende solo la Oxum de la aldea y los demás danzan sin ser poseídos.
De los Orixás proviene el Axé, la fuerza que moviliza todo, la fuente de todo misterio. Esta es la base del culto y de las kizilias, o prohibiciones del culto, por ejemplo, Oxum usa una calabaza para hacer sus rituales, yo, como su potencial hijo, no debería comer calabaza, porque estaría faltándole el respeto a mi madre orixá y por lo tanto, acarrearía axé ruin.
A continuación propongo una lista general de los Orixás:
Bará: en santería cubana, Exú. Dueño de los Caminos y Mensajero.
Ogum: Dueño de los metales.
Oyá: Madre de la lluvia y el cementerio.
Xangó: Señor del Rayo y la justicia.
Odé: también llamado Oxossi, padre de la caza.
Obá: Madre de la guerra y de los ciclos.
Ossain: Dueño de las hierbas y la medicina
Xapaná: Orixá de la peste y las enfermedades.
Oxum: Reina de la riqueza y del agua dulce.
Yemanjá: Reina del Mar
Naná Burukú: Madre de la muerte y el barro
Oxalá: Padre de la pureza y la calma
Ibejis: Hijos de Oxum y Xangó, los gemelos divinos.


Conga, o Congal, altar Umbanda donde habitan los espíritus.


Pasemos, ahora a la Umbanda. La Umbanda es de origen brasileño, no africano, producto de la mezcla de tres factores: religiones nativas, catolicismo y africanismo.
Tiene, en el primero de los casos, relación con el culto llamado Catimbó, netamente de corte espírita, que se vale del vivo alucinógeno de la palmera Jurema para producir la incorporación de espíritus, comúnmente llamados Mestres, y Encantados, en el caso de los indígenas. También encontramos al Toré y a la Pajelanca (no encuentro la cedilla en el teclado de la note), cultos indígenas del mismo corte espírita, similares al culto a María Lionza en Venezuela, por ejemplo.
 Fue en mayor medida el sincretismo de Pajelanca, con la catequesis católica, lo que originó el hermoso culto de los “Caboclos Encantados”, espíritus de mestizos indígenas no o más o menos cristianizados que hacían externamente las veces de “Santos católicos”, pero que además cumplían una función social para la colectividad mestiza indígena, adaptando las divisiones tribales (de tribus) en clases: los “Hijos del Sol”, y los “Hijos de la Luna” y que seguían usando la fumata de tabaco, dándole mayor énfasis a la ingestión de una bebida elaborada como al infusión de raíz del árbol Jurema para la obtención del trance mediúnico, lo cual era acompañado por cantos indígenas balbuceados, hablados o cantados en lengua portuguesa corrompida.
Continuando en el tiempo fue la fusión de estos nuevos cultos de Caboclos Encantados con los primeros aportes de la religiosidad de los negros Bantú, casi siempre fugitivos que encontraron refugio y protección en Pajelanca y en el culto de los Encantados, que se esbozó (se empezó a marcar) el culto de Catimbó, pero ahora las ceremonias perdían el sentido de función social de la colectividad para transformarse en cultos individuales de satisfacción de necesidades personales tanto de indios como de negros o mestizos, como de naturaleza espiritual y curativa.
Ejemplificando el cambio de tales funciones, un viejo Pajé de nombre Tarcuaá, así se lamentó con un investigador: “Hoy no hay más Pajés, somos todos curanderos”.
Usando una mitología y ritualismo indígena un poco empobrecidos, los altares de Catimbó representan la pérdida de valores iniciáticos de los indígenas brasileños, que pasan a ser sustituidos por la fusión religiosa y presentan, de lado a lado, estampas y estatuas de Santos católicos mezclados con Charutos (habanos), aguardiente, pequeños arcos y flechas, flautas indígenas, además de hierbas y animales secos, objetos que son portadores de los poderes de bendición católica y de la fuerza indígena Mana (la fuerza vital indígena), puesto que la fuerza de realización mística africana Axe aún no había llegado definitivamente a Brasil.
Pero, habiendo abandonado el tabaco para la obtención del trance místico, aún existía el recuerdo de su uso ancestral como hierba sagrada en los altares de Catimbó estaba Princesa, una cuia de bronce o vasija baja de barro, la cual siempre reposaba sobre una humareda de tabaco, cercada por un paño blanco que nunca se usaba para otra finalidad, guardando la pureza o Santidad.
La Princesa constituía el ligamento con el pasado indígena, pues era en ella donde era molida y mezclada la raíz de Jurema, la bebida levemente alucinógena que por aquel entonces inducía a los espíritus invocados para provocar el trance mediúnico también llamado estado de Santidad.
Mientras tanto, este Catimbó ya pre anunciaba a la futura  “Umbanda” , presentándose dividido en siete reinos espirituales:
Vajucá
Tigre
Canindé
Urubá
Juremal
Josafá
Y Fondo del Mar
Sus principales espíritus Jefes son indios: Itapuá, Xaramundy, Mussurana, Iracema, Turuatá, y las mozas de agua o Iaras, y también muchos más tarde, algunos espíritus “catimbozeiros” de descendencia africana.
Pues, como ya dijimos, fue para esta religión básicamente indígena pero ya miscigenada  con elementos católicos que entró el negro o sus descendientes del Nordeste, especialmente si eran de origen Bantú, por encontrar en Pajelanca y en Catimbó ceremonias hasta cierto punto análogas (parecidas o iguales) a las de sus antepasados africanos.
Los negros Bantos-congoleces aceptaron esta nueva religión, sobre todo, en término de “Culto a los Muertos” pues los Pajés y los Catimbozeiros, a través de los Maracás y de los Cunhás los Encantados y el tabaco y la Jurema, quizá también Diamba, introducida por los africanos, se comunicaban con el Más Allá, o sea, el lugar místico y/o mítico en que los blancos, indios, negros, y mestizos de todos situaban por igual la existencia de sus antepasados.
Los cultos africanos se filtraron ya sincretizados, habiendo en la Umbanda un alto grado de mixtura. Los Umbandistas adoran a Zambi, Dios único, y a sus siete rayos, o sus siete emanaciones, sus siete Orixás, sacados de la mitología africana: Ogum, Oxossi, Xangó, Oya, Oxum, Yemanjá, Oxalá, representando conceptos superiores, encarnaciones de los valores humanos y de las fuerzas que sustentan la creación a la vez. Además, eran las siete corrientes de las cuales provenían los espíritus y los siete reinos de entidades, como era el caso similar de los reinos de Catimbo.
Escribir sobre Umbanda sin citar a Zelio Fernandino de Moraes es prácticamente imposible.
El, así como Allan Kardec, fueron los intermediarios escogidos por los espíritus para divulgar la religión a los hombres. Zelio Fernandino de Moraes nació el día 10 de abril de 1891 en el distrito de Neves, Municipio de Sao Gonçalo (San Gonzalo), Río de Janeiro.
A los 17 años, cuando se estaba preparando para servir las fuerzas armadas a través de la marina le aconteció un hecho curioso: comenzó a hablar en un tono manso y con un acento diferente al de su región, pareciendo un señor con bastante edad. Al principio, la familia creyó que hubiese algún disturbio mental y fue encaminado a lo de su tío, el doctor Epaminondas de Moraes, Director del Hospicio de Vargém. Luego de algunos días de observación y no encontrando en sus síntomas  en ninguna literatura médica sugirió a la familia que lo encaminasen a un Padre para que fuese hecho un ritual de exorcismo, pues desconfiaba de que su sobrino estuviese poseído por un demonio. Buscaron y encontraron, entonces también, luego de hacer el ritual de exorcismo la familia de Zelio no consiguió  ningún resultado. Tiempo  después Zelio fue atacado por una extraña parálisis, para el cual los médicos no consiguieron encontrar la cura. Pasado algún tiempo, un acto sorprendente, Zelio se enderezó en la cama, se levantó parándose sobre sus pies y declaró: “mañana estaré curado”. Al día siguiente comenzó a andar como si nada le hubiese pasado. Ningún médico supo explicar cómo fue se que dio su recuperación. Su madre, Doña Leonor de Moraes, llevó a Zelio a una curandera llamada Doña Cándida, figura muy conocida en la región donde moraba y que “incorporaba” el espíritu de un negro llamado de “Tío Antonio”.
Tío Antonio recibió   a ese joven y haciendo sus rezas le dijo que poseía el fenómeno de la mediumnidad y debería trabajar con la caridad.
El padre de Zelio, el señor Joaquim Fernandino Costa, a pesar de no frecuentar ningún centro espírita, ya era un adepto del espiritismo, practicante en el hábito de la lectura de literatura espírita.
Un amigo de la familia sugirió que visitaran la Federación Espiritista de Niterói, presidida en esa época por José de Souza. El día 15 de noviembre de 1908 el joven Zelio fue invitado a participar de la sesión tomando un lugar en la mesa. Dominado por una fuerza extraña y superior a su voluntad —y contraviniendo las normas que prohibían el alejamiento de cualquiera de los integrantes de la mesa—, el joven se levantó diciendo: “aquí está faltando una flor” y salió de la sala hacia el jardín, volvió enseguida con una rosa blanca que depositó en el centro de la mesa. Esa actitud insólita causó casi un tumulto. Restablecidos los trabajos se manifestaron en los médiums kardecistas espíritus que decían haber sido esclavos negros e indios americanos; fueron conminados a retirarse advertidos de su atraso espiritual. Nuevamente una fuerza extraña dominó al joven Zelio y él habló sin saber lo que decía; oía apenas su propia voz preguntar a quien comandaba los trabajos cual era el motivo que los llevaba a no aceptar la comunicación de aquellos espíritus y por qué los consideraban atrasados únicamente basándose en encarnaciones pasadas que ellos mismos revelaron.
Continuó un diálogo acalorado, los responsables por la sesión se esforzaban en adoctrinar y apartar el espíritu desconocido que desarrollaba una argumentación calma y segura. Un médium vidente preguntó al espíritu: “¿Por qué, hermano, hablas en estos términos, pretendiendo que la dirección de la sesión acepte la manifestación de espíritus, que por el grado de cultura que tuvieron cuando estaban encarnados, son claramente atrasados? ¿Por qué hablas de este modo si estoy viendo que me dirijo en este momento a un jesuita y su vestidura blanca emite un aura de luz? ¿Cuál es tu nombre, hermano?” El espíritu desconocido habló así: “Lo que tú ves en mi son apenas restos de una existencia anterior. Fui Padre y mi nombre era Gabriel Malagrida. Fui acusado de brujería y sacrificado en la hoguera de la inquisición en Lisboa en el año 1761, pero en mi última existencia física Dios me dio el privilegio de nacer como Caboclo brasileño.”
Continuó: “Si juzgan atrasados a los espíritus de negros e indios debo decir que mañana (16 de noviembre) estaré en la casa de mi “aparelho” para dar inicio a un culto en el que estos hermanos podrán dar sus mensajes y así cumplir la misión que el Plano Espiritual les encomendó. Será una religión que hablará a los humildes, simbolizando la igualdad que debe existir entre todos los hombres, encarnados o desencarnados. Se quieren saber mi nombre, que sea este: “Caboclo das Sete Encrucilhadas” porque para mi no habrá caminos cerrados.” El vidente preguntó con ironía: “¿Consideras, hermano, que alguien asistirá a tu culto?” El espíritu, ahora identificado, respondió: “Cada colina de Niterói será portavoz, anunciando el culto que mañana iniciaré”
Al día siguiente, en la casa de la familia Moraes, en la calle Floriano Peixoto 30, al acercarse la hora indicada (la hora 20:00) estaban ya reunidos los miembros de la Federación Espírita de Niterói para comprobar la veracidad de lo que fuera dicho en la víspera; estaban los parientes más próximos, amigos, vecinos, y –del lado de afuera- una multitud de desconocidos. A la hora 20:00 se manifestó el Caboclo das Sete Encrucilhadas. Declaró que en aquel momento se iniciaba un nuevo culto, en que los espíritus de viejos africanos que habían servido como esclavos y que desencarnados no encontraban campo de acción en los remanentes de las sectas negras, degeneradas y dirigidas en su totalidad hacia los trabajos de brujería, y los indios nativos de nuestras tierras podrían trabajar en beneficio de sus hermanos encarnados cualquiera que fuera su color, su raza, su credo o su condición social. La práctica de la caridad, en el sentido del amor fraterno, sería la característica principal de este culto que tendría por base el evangelio de Jesús y como maestro supremo a Cristo.
El Caboclo estableció las normas que organizarían el culto: Sesiones (así serían llamados los períodos de trabajo espiritual) diarias de 20:00 a 22:00 hs., los participantes vestirían de blanco y la atención sería gratuita. Dio también nombre al movimiento religioso que se iniciaba “Umbanda” (el nombre de ese movimiento religioso que se iniciaba; dice primero “Allabanda”, así anotó uno de los presentes, pero considerado que no sonaba bien a su vibración, se substituyó por “Aumbanda”, o sea, Umbanda, palabra de origen sánscrito, que se puede traducir como “Dios a nuestro lado” o “El lado de Dios”). Muy probablemente quedó el nombre de Umbanda, y no Aumbanda, porque alguien anotó la palabra separadamente (a Umbanda). La palabra Aum, es de alta significación espiritual, consagrada por los maestros ( que deriva de “llamada a Dios” o “fuerza de Dios”); bandha (llave o puerta), en su expresión mística inicial significa movimiento incesante, fuerza centrípeta emanada del creador. La palabra Aumbandha pronunciada en el mantra, se parece más al sonido Ombanda, siendo ajustada a la doctrina de Umbanda.       
Las personas comenzaron a ser bautizadas por el Caboclo manifestado en el cuerpo de Zelio. Comenzaron así a manifestarse otra clase de espíritus con el correr de los años, hasta formar lo que actualmente se llama la Ronda de Umbanda: Ogums, o espíritus de guerreros (San Jorge en el sincretismo), Xangos, líderes indígenas (San Jerónimo), Caboclos, espíritus indígenas (San Sebastían), Africanos y Bahianos (San Cipriano), Crianzas, espíritus de niños (San Cosme y Damián), Pretos Velhos, espíritus de esclavos ancianos (San José, entre otros sincretismos) y las Maes de Agua, espíritus femeninos acuáticos.
Hay cosas interesantes que comentaré otro día, como los siete templos que fundaron la Umbanda o las primeras entidades en manifestarse.
Cuando la Mae Teta de Oxalá se inicia en Umbanda, siendo ya Iyalorixá, comienza a sacrificar animales para los espíritus que hasta entonces no trabajaban con alcohol, ni tabaco, ni música. Así surge la Umbanda Cruzada y la Umbanda se subleva al culto de Nación de Orixás, convirtiéndose en lo que hoy se conoce, vulgarmente: gente poseída por espíritus, que sacrifican animales de pluma y danzan vigorosamente. Hay umbandistas blancos aún, pero el auge de la Umbanda de Mae Teta fue tan grande, que actualmente son la mayoría.
Por último comenzaron a manifestarse los Exus y Pomba giras, entidades en evolución, que intentaban alejarse del plano del mal sirviendo a Dios. Son espíritus de personas sufridas, de la noche, como prostitutas, jugadores, gitanos, etc. Sucedía que le Umbanda se sentía sofocados, obligados a adorar a espíritus negros y mestizos. Así que quisieron un ámbito en el cual desarrollarse libremente y tener mayor libertad moral. Surge la Kimbanda, que es el llamado Camino de Izquierda, en Umbanda, siendo un conjunto de prácticas, pero no una religión en sí. Sería peligroso asegurar que todo Exu y Pomba Gira es negativo y trabaja para el mal. La verdad es que depende de cómo se eduque al espíritu manifestado, si en el bien o en la ganancia material y el mal. Se hacen sacrificios sí, y las entidades son entidades que vibran muchas veces en niveles bajos de energía, rondando cementerios, encrucijadas, prostíbulos, hospitales, etc. Pero piden luz y deben ser atendidos. Lo que si es cierto es que algunos espíritus oscuros se colan y hacen destrozos...
Eso es todo por ahora. Es bastante pero me quedé muy corto. Es simplemente para tener una idea general de estos cultos. Saludos a todos y bendiciones!!!!!

Aramis L’hibou

jueves, 23 de febrero de 2012

Los Benandanti o Benandantes

     

     Uno de los casos que demuestran con mayor claridad que a menudo ciertas prácticas de la tradición popular se consideraban obras de brujería lo encontramos en los procesos contra los benandantes o Benandanti, e la región de Friuli, al norte de Italia -así que mis deseos de ser un benandante ya han sido derrocados-. 
     Estos episodios, ocurridos entre los siglos XVI y XVII, demuestran cómo los jueces transformaron una realidad folclórica precristiana en un culto satánico.
     Este grupo, que caminaba por las noches, aparee citado por primera vez en 1575. La característica principal de los que se iniciaban en éste culto era que debían nacer con la bolsa amniótica, lo que les entregaba el poder de salir de sus cuerpos, habilidad conocida hoy como proyección astral. 
     El monseñor Jacobo Maracco y el inquisidor de Aquileia, Julio de Asís, recogieron el testimonio de un párroco de un pueblo cercano. Éste explicó el caso de unas personas que "son buenas, se llaman benandantes e impiden el mal". Cuando describió el caso de Gasparutto, un benandante, afirmó que éste "vagaba de noche con brujas y duendes" y participar en batallas rituales. El párroco no era consiente de que con esta declaración desataría una cacería de brujas. En las siguientes líneas del testimonio no se aclara nada acerca de un culto a Satanás o de sacrificios humanos. Es más, según la voz de los benandantes, ellos se enfrentaban a las brujas -stregas- para contrarrestar sus efectos nocivos.
     Gasparutto contó que el día propicio para reunirse era el jueves de las cuatro témporas en una localidad cercana donde peleaban, jugaban, saltaban y cabalgaban y hacían muchas cosas más; y las mujeres pegaban con cañas de sorgo a los hombres que estaban con ellas, que no llevaban en la mano más que un manojo de hinojo. En este punto podemos observar un típíco ritual de fertilidad, tal y como se hacía por ejemplo en Grecia, en el culto al Dios Pan, o en Roma durante la Lupercalia. 
     Las témporas son los días de ayuno del calendario eclesiástico: témpora de primavera, primera semana de Cuaresma, témpora de Verano, octava semana de Pentecostés, témpora de Otoño, tercera semana de septiembre, y témpora de invierno, tercera semana de Adviento. Podemos observar una gran relación sincrética entre la tradición agrícola ya nombrada y la tradición católica, elemento muy común dentro de los cultos paganos italianos. La falta de elementos satánicos hizo que los investigadores de la Inquisición dejaran temporalmente la búsqueda de los seguidores de este culto, pero luego de cinco años se reanudó fuertemente.
     En junio de 1580, Battista Moduco di Cividale, otro benandante que estaba siendo investigando, declaró: "Soy benandante porque voy con los demás a luchar cuatro veces al año, durante las noches de las témporas, invisiblemente, con el espíritu, y el cuerpo se queda; pero nosotros vamos con el favor de Cristo contra los brujos del diablo, luchando, nosotros con manojos de hinojo y ellos con cañas de sorgo [...]. Y si vencemos, aquel año hay abundancia, y si perdemos, hay sequía". 
     Aquí tenemos dos análisis, porque el primer testimonio decía que los strega llevaban sorgo y los benandantes, hinojo, mientras que Battista afirma que los hombres llevaban sorgo y las mujeres hinojo. La primera opción es que se tratara de una representación ritual, y la segunda es un acto meramente simbólico. 
     También notamos que el resultado es la sequía o la lluvia, por lo que vemos que el culto Benandanti tenía como fin favorecer los cultivos. 
     Por la declaración de Battista podemos saber que se entraba en la "compañía" a los veinte años y era indispensable "haber nacido vestido", alusión a nacer con la bolsa amniótica. El mismo hombre aseguró que cuando llegaba el momento de la lucha, un hombre como cualquier otro, pero que estaba por encima, repicaba tambores en forma de llamada. Afirmó que eran una multitud, a veces más de cinco mil, y que algunos se conocían entre sí y otros no, porque eran de diferentes pueblos. 
     Es interesante observar que el inquisidor intentó forzar al interrogado por medio de un serie de preguntas para que reconociera que la esencia del culto era la adoración a Satanás pero Battista negó conocer aquel personaje. Todo lo contrario, afirmó que los Benandanti eran reclutados por un ángel dorado, una figura enviada por Dios. 
     Otro dato curioso era que "la bandera de los benandantes era de armiño blanco, dorada y con león, y la de los brujos ea de armiño rojo, con cuatro diablos negros".
    Gasparutto declaró cosas similares, pero en su segunda declaración agregó un elemento determinante: dijo que, al igual que sus compañeros, para salir de su cuerpo, sufría convulsiones y episodios de catalepsia. Esto fue interpretado como las convulsiones de la posesión demoníaca. 
     El juicio concluyó con la condena de los imputados: a los dos benandantes que insistieron en declararse defensores de la fe y combatientes contra los brujos, se les castigó con seis meses de cárcel y se les obligó a abjurar de sus errores herejes. 
    Los procesados, que según los jueces actuaban con magias y por lo tanto eran disidentes religiosos, eran conscientes de formar parte de un culto agrario de la fertilidad que, a pesar de servir a Cristo, tenía raíces paganas.
    El hinojo era una planta común para la defensa contra la brujería, y el sorgo era similar a las hebras de las escobas, relacionadas con los brujos y las brujas. 
   En casos siguientes, las cosas fueron empeorando. A partir de 1600, la lucha contra las brujas pasó a ser secundaria en las indagaciones, y pasó a ser importante la forma en la que sanaban a las personas afectadas por las brujas, que supuestamente eran sanaciones rituales.Algunos benandantes afirmaron ir a un Aquelarre como simples oyentes para ver cómo actuaban los brujos y así actuar en consecuencia. Comenzaron los inquisidores a deformar la imagen de estos adoradores de la naturaleza y los convirtieron en seguidores de Satanás, poseídos y endemoniados. 
    En otros textos se dice que otro poder de los Benandanti era ver y oír a los muertos cuando iban de caravana, en especial en fechas santas. Las mujeres benandantes en especial tenían el don de la mediumnidad, y podían hablar con los muertos, pedirles consejo y guía. Algunas declaraciones dicen "quien es benandante ve a los muertos, camina con ellos y no sabe lo que hace". Fuentes más modernas relacionan este culto a la figura de Frau Holle, típico cuento europeo del cual hablaré en otra ocasión. 
     A veces, hablando con personas paganas, surge la interpretación de una lucha entre Clanes o entre religiones, los Benandanti y los Stregas, unos del Norte y otros del Sur, pero es algo que jamás llegaremos a comprobar.
     Por mi parte, mi familia viene del sur y estoy feliz por ello. 
    Eso es todo por ahora, saludos y bendiciones a todos!!! Gracias por leerme!
    Saludos a Richyna, que me firma y no sé quién es jajaja
     

lunes, 20 de febrero de 2012

La importancia de celebrar ritos




¡Buenos días a todos!
Hoy, motivado por una de las nuevas estudiantes del Aquelarre Reflejo Dorado, me dispongo a explicar -o a tratar de- la importancia de los ritos y las ceremonias. Esta estudiante me planteó la cuestión de que por qué hay que festejar los plenilunios, las lunas oscuras y las estaciones, que cuál era la importancia de hacer ceremonias si mediante devociones y agradecimientos uno puede entrar en contacto con los Dioses de todas formas. Voy, como siempre, a dar un enfoque muy personal, o en todo caso tradicional, respecto al tema.
Para empezar, y citando al Consejo de las Abuelas, una manera de crear un sentido más personal y profundo de la conexión que el hombre tiene con la tierra, es realizar rituales. En este punto, los ritos son una especie de activadores de conciencia, de "retiros" -porque nos alejamos del tiempo y el espacio profanos- en los que podemos vislumbrar con mayor sensibilidad la naturaleza divina de todas las cosas. Los rituales y las ceremonias son sostisficadas tecnologías sociales y espirituales refinadas por las diferentes culturas a través de los siglos y los milenios, para celebrar y nutrir el orden del mundo de un lugar particular. Los ritos estacionales hablan a toda una comunidad, y no solo a la comunidad humana, le hablan a las plantas, a los animales, a la tierra. Cuando le rezamos y realizamos devociones y ritos a la Diosa, estamos hablando con la tierra, con el mar, con las estrellas.
El ritual no sólo crea respeto por nuestra interdependencia e interconexión con el medio natural, sino que abre mundos para que podamos encontrarnos en la naturaleza, una clave esencial para crear una cultura sostenible, una vida más pura y sana, y para restaurar el equilibrio que necesita nuestro ser.
Los ritos nos despojan de lo que nosotros creemos que somos nosotros mismos. Esa máscaras sociales que se van acumulando una sobre otra intenden a desaparecer dentro de un círculo mágico. He visto a hombres y mujeres cambiar radicalmente, hasta a veces bailar con nosotros. También he visto a los que manifiestan essa purgación de sus yoes impuestos mediante revelaciones físicas, léase, vómitos, escalosfríos, mareos, etc. Pero debemos recordar que el circulo es una espacio de perfecto amor y perfecta confianza, un lugar libre de negatividad, por lo que estas manifestaciones deben atenderse rápidamente.
Psicológicamente, cuando terminamos un ritual bien hecho, no somos los que éramos al comenzar el rito. Nuestra mente se acomoda, se sacuden las ideas, el espíritu se siente libre y en paz. Es que el rito tiende a la elevación y la transmutación de las personas, frutos de la concientización de lo que Starhawk llama el entretejido, esa unión universal que conecta la sacralidad de todo lo que existe.
Cuando celebramos, estamos dando pruebas de fe, estamos manifestando nuestra libertad de espíritu y reafirmando lo que creemos. Un rito -me gusta más esta palabra para los oficios religiosos- es una síntesis de nuestra fe. En un rito nos purificamos, es decir, afirmamos que estamos manchados por tal o cual cosa y necesitamos ser liberados de las cadenas de lo cotidiano para llegar a los Dioses, en un ritual trazamos un círculo, es decir, nos hacemos concientes de la conexión del Todo; enun rito, invocamos a los cuatro espíritus de los puntos cardinales, es decir, buscamos el respeto de todos los seres y la estabilidad en el ritual; invocamos a los Dioses, o sea, afirmamos que los Dioses existen y no lejos sino entre nosotros, con nostros, dentro de nosotros. Y así con todos los actos simbólicos.
La oración sola enaltece al alma y bendice todo lo que existe, pero es puntualmente un trabajo interior, mientras que el rito fusiona elementos internos con elementos externos para poder proyectar lo que sentimos y deseamos en un plano físico.
Con la celebración de los ritos afianzamos nuestra relación con los Dioses. Siempre digo que los Dioses no tiene por qué cumnplirnos deseos, ellos viven por sí mismos, no necesitan de nuestra adoración para existir. Pero nosotros sí necesitamos de su presencia, por eso celebrar es tan importante, ellos aparecen, nos bendicen, incluso nos hablan. Es casi palpable la manera en la que ellos se presentan. Respiramos Dios, tocamos Dios, bebemos y comemos Dios en un rito.
Los rituales son de procedencia humana, más allá de la existencia o ausencia de una inspiración superior, por lo que demuestran nuestras ideologías y creencias. Los rituales van mutando, como lo hacemos todos.
En nuestra tradición, en los ritos, los mayores aprovechan a pasar misterios y secretos a los más jóvenes. Es como la tradición popular de enseñar a curar el mal de ojo y otras dolencias en "fechas santas". Y debo decir que es la única oportunidad que tengo de seguir sacándole información a mi madre (jaja). Por lo que el rito tiene un caracter educador, instructor. Cuando nos juntamos varios, cada uno, al llegar la rueda de hechizos, coloca su caldero y su Registro de las estrellas (Book of Shadows en Wicca), entre otras cosas, y no solo hace sino que tambipen aprende y comenta cosas con otros brujos. 
Entonces, resumiendo:
Los ritos son hacen conscientes de nuestra interconexión
Los ritos nos purifican de todo lo que no es propio de nuestra esencia 
Los ritos nos conectan con la sacralidad del todo 
Los ritos son puntos importantes de reunión para aprender
Los ritos son momentos para afianzar nuestras creencias
Los ritos son transformadores


Aramis L'hibou

domingo, 19 de febrero de 2012

Las formas de crear poder- Trad familiar




¡Muy buenos dìas a todos! Espero que se encuentren bien. Hoy me toca escribir acerca de las maneras que en mi entorno ritual usamos para crear energía y movilizarla a fin de poder enviarla luego para que se concrete tal o cual fin. 
Uno de los principios del Universo es el movimiento, nada permanece estático, fijado al suelo, sino que todos forma parte de un ciclo eterno. Es entendible, entonces, que en el círculo, donde se repiten todos los actos inherentes al hombre -dividir lo que hace bien de lo que es dañino, comprender la conexión del todo, etc.- (ya hablaré de eso, solo háganmelo recordar), también sea necesario mover fuerzas y poderes para concretar nuestros pedidos y armonizarnos con lo que deseamos. La energía es la base de nuestra labor, tanto si tenemos tendencias más espirituales o más mágicas. Comprendemos que la energía jamás surge de la nada y nunca desaparece así como así, por eso hay que tener cuidado con su manejo. Una sobrecarga de energìa en un cuerpo humano puede cansarnos, estresarnos, incluso enfermarnos -punto a favor para los que recuerdan liberarse luego de los rituales-. 
En nuestro caso, se produce energía y a la vez se cae en trance, porque usamos formas que inducen al éxtasis. Es como el ojo de una tormenta, como la describe Starhawk, un círculo en el que se fusiona todo. No hay drogas ni sustancias que puedan elevarnos tan alto y hacernos entender la realidad. Las drogas tan solo distorsionan nuestra forma de metabolizar la energía. 
Para producir poder, primero hay que ser sensible a la energía, poder percibirla, sentir cómo corre en nuestro cuerpo y alrededor de los más. Y hay que saber que esa eneria pura es sagrada, por lo que no debe ser usada para el mal jamás. 
El primer cono de poder que eleve un grupo puede llegar a ser torpe e ineficiente, porque las energìas nunca se habìan unido antes de tal manera y puede que se vuelvan un poco "torpes", o por el contrario, puede  sorprendernos y ser prístino y poderoso. Por eso es importante no agregar gente y más gente a los círculos. Las energias se acostumbran a vibrar juntas, las más altas elevan a las bajas, y las bajas apasiguan a las altas. A veces, cuando alguien nuevo llega a nuestro grupo cerrado, intentamos hacer que no participe de los primeros conos, sino que se quede en el altar, o cerca del tambor, para que sienta cómo interactúan las fuerzas. No es para nada algo discriminativo, es como decirle a un novato que cierre el círculo para 22 personas. Seguramente la inseguridad y el miedo puedan más que su capacidad. Además, nosotros solemos danzar violentamente agarrados de la mano,  creemos que no se puede romper la cadena mientras los tambores suenan. 
Antes de ponerse a manipular energía, lo mejor es sentirla,ir a un lugar natural y recorrer con las manos el campo aurico de las plantas y los arbustos, recorrer nuestra propia aura y percibir nuestros centros energéticos, etc. 
Y cuando ya uno sabe y puede manejar correctamente la energìa, sí puede participar de un cono de poder grupal (en el caso de elevar poder en solitario no es tanta complicación, se es uno solo con el Universo). 
Ahora bien, ante de especificar cómo elevamos el poder..¿cuándo hay que elevarlo? En los rituales, siempre. ¿Pero en qué parte del ritual? Eso depende de la tradición. Nosotros creamos poder sucesivas veces: primero al unirnos y enlazarnos al comienzo, en este caso usamos visualización, luego antes del oráculo, para motivar a los Dioses a que hablen por la garganta de los sacerdotes. Luego antes de la comida, para la Rueda de Caridad, donde los tòtems (todo se relaciona) puedan traernos su medicina y podamos sanar y bendecir a la vez que obtenemos pruebas y enseñanzas. A veces hay otras ocasiones especiales, dependiendo del ritual o del deseo de las personas. Cuando se vienen a sanar y todos ponemos nuestras  manos y murmuramos, eso es elevar un cono de poder encima de la persona. 
A grandes rasgos, creamos el poder de las siguientes formas:

1) Bailando: Al bailar movilizamos energìas en todos los planos, y si bailamos evocando arquetipos, es aún más poderoso, por ejemplo, emulando la caza, o la siembra. Cuando uno baila, las energías que se mueven internamente hacen que el exterior se mueva y se fusione. No importa que se caiga en trance, los deseos verdaderos jamas se borran de nuestras almas. No importa que el sacerdote o la sacerdotisa caigan en éxtasis, sino todo lo contrario. Un sacerdote es un sacerdote, pero sigue siendo humano. Ahora bien, un tótem o un arquetipo manifestado en un sacerdote, no es un sacerdote solamente. Que un tòtem o espíritu manifestado dirijala energía es todavía más efectivo, porque nos aseguramos que la energía llegue a donde debe llegar. Además, bailar nos conecta con la tierra y los eleva hacia los cielos, lo que nos permite fusionar y unir diversos aspectos de nosotros mismos.

2) Cantar: la voz instrumento importantísimo para el brujo. Nosotros solemos cantar espotáneamente evocando la realización de nuestros deseos. Los deseos cantados llean mas rápido al corazón de la Diosa. Cuando todas las voces del grupo sforman una sola, cuando no se distingue la voz de fulano o fulanita, ahí se une realmente la energía -o es la señal de que nadie canta bien jaja-

3) Batiendo Palmas: esto lo aprendí en un templo afrobrasileño. Batir palmas rítmicamente, quizá mientras se dan pasos cortos, eleva podrosísimamente la energía. Y cuando hay algún arriesgado que se atreva a aplaudir más fuetre marcando el ritmo y comiencena surgir diferentes ritmos que se unen, la energía y la alegría colman el lugar. La forma en la que uno aplaude, también, representa el estado de animo de la persona, por eso en los rituales siempre hay que tratar de aplaudir fuetremente, de manera firme, para no contaminar ni desvirtuar el ritual. Aplaudimos mucho en el momento del oráculo o cuando un sacerdote le canta a los Dioses. Tambien cuando invocamos a una deidad o espíritu, para mimetizarnos con ella.

4) La percusión: forma avanzada de la manera anterior. El tambor es el ojo que llama a la tierra y al cielo, es el vientre de la tierra y el caballo del brujo.  Un Sacerdote sin tambor es como un tarotista sin tarot. No importa que nadie en el ritual toque bien, tan solo hay que acompañar los movimeintos con golpes repetitivos insistentemente para que la mente de los individuos se escape. La maraca es igualmente efectiva, pero solo la usamos en los casos de adoración a los ancestros y al Dios. 

5) El grito ritual: es mi técnica favorita por mucho. Se trata de emular a un animal o de gritar palabras. Cuando alguien arroja un deseo al caldero, yo aullo como loco. Incluso mis estudiantes me ven raro a veces. Pero gritar como un animal es romper con la barrera social, es reintegrarte a la naturaleza. Yo motivo a mis estudiantes a que griten y rían fuertemente, porque nos libera. 

6) El murmuro: técnica diánica por excelencia. Murmurar nuestros nombres mágicos, nuestros deseos o los nombres de una deidad en particular. Taratear o mascullar es muy oportuno también, en especial en los trabajos para la paz, la calma, la sanación y la depresión. 

7) La Visualización: que no creo que sea necesario explicar. Nosotros la usamos como algo complementario generalmente cumple un papel fundamental en otras tradiciones. Para nosotros es un apoyo, un soporte, una manera de hacerse conciente y clarificar la vista.  

8) La respiración. "Primero empieza por respirar", dijo Budha. Respirar en conjunto y con distintos ritmos es muy bueno para elevar el poder en el cas de trabajos de exploración personal y de limpieza.

Otras ramas y en especial los gardnerianos me dirán dónde metí el sexo, los hechizos, los azotes y la aspectación. A ver, según nuestra doctrina: el sexo es una forma personal, y yo estoy hablando de elevar el cono dentro del Aquelarre/Asamblea. No usamos el sexo en nuestros ritos. Ciertamente, al mantener relaciones, se eleva energía, pero es de uso individual y personal, eso se deja para las parejas que deseen hacer magia juntos. En los hechizos no se produce energía, se está enviando energía. Por eso antes de producir un hechizo, nosostros elevamos el poder, para "alimentar" eso que vamos a enviar. Los azotes los considero una forma de primitiva de percusión, nosotros usamos azotes pero nuestros látigos con de cuerdas de algodón y trenzas de tela, no duelen, no lastiman, no arden, no dejan marcas. Lo importante de los azotes es el ritmo que marcan sobre la espalda del bailarín. Y en la aspectación tampoco se produce energía, se la está invocando directamente. Los espíritus y Dioses traen su energía y la utilizan en la Tierra, pero no estamos generando esa energía. Sí se genera durante la invocación, porque se necesita hacer cmo una especie de faro energético para que la entidad o deidad simbólicamente nos "encuentre". Pero duranto la aspectación y la posesión uno mismo no produce energía, sino que lo hace la figura energética que está hablando y actuando por nosotros.

Eso es todo por ahora. 
Gracias por leerme y bendiciones a todos.
Aramis L'hibou
aramislhibou@live.com

sábado, 18 de febrero de 2012

El trabajo con los tres totems



¡Buenos días a todos! Yo quería empezar el blog con algo más teórico pero hace rato que me vienen pidiendo que explique cómo trabajar con el tótem y qué es eso de que trabajo con plantas y elementos también.
Como sabrán, todo lo que existe está vivo y porta sacralidad, porque proviene de los Dioses, y la relación que el brujo entabla con el medio que lo rodea es importantísima. He visto a brujos conocer muchísimo de magia pero que a la vez no conocen los árboles que crecen en su región, ni los ríos a los que se puede ir a visitar o a hacer ritos, ni las flores autóctonas. Yo creo que el brujo con todas las letras tiene que ser capaz de reconocer las plantas y los animales de su zona y saber cómo usarlos en sus trabajos. 
El concepto de ánima animal es muy primitivo, incluso las sociedades de sacerdotes y brujos, los aquelarres, las tribus, y ya más adelante, los covens wiccanos, poseían un tótem comuinitario, protección primera de todos los que formaban el grupo. Con frecuencia, este poder animal no se revelaba sino a los iniciados para evitar abusos de poder y un posible ataque. A menudo ni siquiera se comenta el tótem personal de cada uno, costumbre que proviene de la creencia de que, si alguien conoce mi animal de poder, puede usar al espíritu del depredador natural de mi animal para poder vencerme. Todo esto en el caso de la magia ofensiva que generalmente los paganos no practicamos, pero que es muy común en tribus americanas y africanas.
En el caso de mi tradición, trabajamos con tres tótems, un Animal de Poder -al que, se le van agregando otros en ciertas ocasiones-, una Planta de Poder y un Elemento de Poder, que puede ser desde el rayo hasta el mar o el río, y que conjuntamente se pueden ir manifestando en el trance, inclusive a veces sanar, trabajar en tierra, etc. La influencia de los tótems va más allá de lo que uno pueda imaginar, a menudo su poder nos encamina, por ejemplo, las personas que conozco que tienen tótems acuáticos, son siempre sanadoras o sanadores, y los de fuego suelen ser buenos bailarines y excelentes magos.
Los tres tótems son orientan en el trance y nos entregan sabiduría, y nos enseñan el lenguaje sagrado de todas las cosas, concepción chamánica de que en todo habita un "ser palabra" que resulta ser la esencia de ese ser. Los chamanes que usan las Ayahausca, por ejemplo, o los guaraníes, poseen un lenguaje secreto que van aprendiendo en las visiones, y que les sirve para llamar a los espíritus y tener influiencia sobre los cuerpos enfermos o adoloridos.

Para comenzar a trabajar, lo primero es conocer nuestro tótem animal. La mayoría de los que recién se inician desean un lobo, y no sé porqué, en realidad no todos pueden tener un lobo. A veces, el animal que se nos presenta es el que menos esperábamos. Una amiga esperaba un tigre y apareció una lagartija. Sin emargo aprendió a trabajar con la Hermana Lagartija y hoy puede hacer maravillas. Después de todo, fue Carlos Castaneda el que, usando dos lagartijas, podría ver lo que ocurría en lugares lejanos.

Muchas veces se enseñan meditaciones para encontrar al Animal de Poder, nosotros no tenemos uan meditación guiada puntual, lo que hacemos es trazar un círculo una vez estemos bien purificados, Saludar a las esquinas del Universo pidiendo estabilidad en el rito y protección y a los Dioses (epítetos como Madre de todos los Animales y Padre Cazador son correctos para este trabajo); quemar abundante tabaco, con palo dulce, angélica y mirra -aunque se puede usar la mezcla que uno prefiera- y recostarse o sentarse  con un tambor en la mano. Se suele dejar una vela blanca encendida a los espíritus guías y al animal de poder para que "encuentre el camino hacia nosotros".
Relajados, siempre orando a la Divinidad y tocando rítmicamente el tambor (no es necesario que seamos mísicos, golpes continuos y monótonos funcionarán bien), dejaremos que nuestra mente se llene de neblina y no intentaremos forzar nada, no imaginaremos, no visualizaremos, simplemente dejaremos que todo fluya, siempre siguiendo el ritmo del tambor, invocando a nuestro animal y respirando. Tarde o temprano aparecerá, hay que tener paciencia. Si no aparece, sigue intentando otro día, si aparece, fíjate dónde vive, si habla, que te dice, percátate de sus colores, sus ojos. Si entablan conversación, perfecto.
Una vez que hayan hablado con él lo suficiente, despídete y dale las gracias por su presencia. Quema un poco más de sahumerio en honor tu animal y hónralo de alguna manera. Algunos acostumbran darle nombres a sus espíritus, yo espero que ellos me lo  digan o simplemente los trato de Hermano tal o cual, para permanecer en el plano de la Universalidad y no personificar un concepto tan profundo como lo son los animales de poder.
Una vez que sepan cuál es tu animal, dedica tiempo a investigar sobre él, qué hace, qué come, sus costumbres, etc. Intenta sentirte relacionado con las caractarísticas y el simbolismo de ese animal. Enciéndele velas blancas y dedícale unos minutos a entregarle una devoción. Medita con él lo más que puedas, pero tampoco lo canses. Los espíritus animales puede ser algo suceptibles y volátiles, por lo que es mejor encontrar la manera correcta de tratar con ellos. Yo trabajo mucho con la serpiente de cascabel, por ejemplo, y la primera vez que se manifestó ante mí me quiso morder. Poco a poco fui comprendiendo su naturaleza y procesando sus enseñanzas y ya no me muerde más.
Si sabes como hacerlo, trabaja con tu animal por medio de los sueños, pídele que te revele cosas. Si trabajas con la proyección astral o el trance, también aprovéchalo. Con el tienpo, podrás realizar una transformación astral, es decir, fusionarás tu cuerpo energético con el de tu animal, algo sumamente útil para el trabajo del sanador o mismo del brujo. No apresures este proceso, porque una transformación mal hecha puede ser nosciva. Cuando hagas rituales, invoca a tu animal para que otorgue poder y fuerza al rito.
No voy a poder una lista de "lo que significan los animales" porque eso es muy personal. Pore internet hace años que rueda la misma lista, que es genial, pero considero que no se pueden reducir los misterios de lso animales en un párrafo. Yo puedo aprender del Cóndor algo y otra persona otras cosas, porque los animales nos entregan la "medicina" que necesitamos, no la que queremos obtener.
En mi entorno tradicional, el sacerdote o maestro confirma el animal de poder de cada persona mediante un oráculo y luego orienta al estudiante mediante el trance, con canciones y relatos, para que la fusión sea exitosa, pero el trabajo puede hacerse en solitario.

En el caso del tótem vegetal, la cosa es diferente. Podríamos usar el calendario celta, pero creo que es muy restrictivo. El trance puede ayudarnos, pero yo uso una meditación guiada para después, una vez conocido el totem, entrablar una relación extática. Yo suelo hacer que la gente imagine un gran jardín con todo lo que le guste: rocas, cascadas, montañas, etc. Les digo que se transporten allí y que recorran el lugar. Ordeno que busquen al guardían de allí  y que charlen con él. En mi Jardín hay una hermosa mujer del agua que vive en una cascada cercana a mi tótem. Mientras recorre el lugar, le digo que intente percibir los espíritus de las plantas y ver cómo se comportan con él. Por ejemplo, he descubierto que el Helecho salta cuando me habla, o que la lavanda es tímida.
La persona en compañía del  Gardían del Jardín, irá en busca de su Planta de Poder. Una vez que la encuentre, llamará a su espíritu y hablará con él. Y una vez acaba la meditación, agradecerá su presencia y se irá.
Ni bien termina esta práctica, yo suelo ir con la persona a buscar un ejemnplar de la planta tótem que le tocó -una con comprobado mediante el oráculo- y la honramos. Llamo con la campana y cánticos al espíritu de la planta, le doy un pago por sus presencia, y también le doy un pago al Monte, o al Bosque. Pongo a meditar a la persona debajo del árbol o cerca del arbusto y la dejo un buen rato. Luego hago un círculo con harina de centeno alrededor de la planta y enciendo una vela verde, o roja o blanca, dependiendo de la planta. Se hacen, después, rituales que no puedo contar, pero que apuntan a la adoración de la planta. Esa planta será su planta sagrada hasta que encuentre otra para transplantar y poderle realizar los ritos correspondientes.
¿Para qué sirve el espíritu de la Planta de Poder? Rézale y bendícela. Búscala en la meditación y en el trance, y aprendés muchísimas cosas con ella.

El tótem elemental se conoce mediante el oráculo, aunque el trance también funciona. Se le suele dar más importancia porque representa el poder personal de la persona, el generador de energía del brujo. Es cuestion de recorrer el astral y encontrar al espíritu que nos corresponde. El Animal de Poder puede orientarnos en esta búsqueda. Se le suelen hacer ofrendas muy frecuentemente. A mí me protege el río, y yo viajo periodicamente a un rio que está cerca de mi pueblo para entregar flores, miel, comida, colonias y sahumerios al espíritu de los rios.

Esto seguro que este notas tendrá una segunda parte, pero por ahora esto es todo.
Saludos y bendiciones.

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